Indignación

Una vez dije que para hacerme escribir, había que hacerme molestar.

Esto fue ayer, pero la indignación sigue siendo fuerte. Estaba en cola con mi papá para sacar plata del cajero; habían 2 personas por delante y eran 3 cajeros, pero esas 2 personas pasaron por uno y otro respectivamente y reportaron no servían — a uno de ellos no le dio dinero y al otro no le sirvió ni para consultar.

Detrás de nosotros llegó una señora y detrás, otras dos mujeres. Las dos mujeres intentaron uno de los cajeros «dañados» (casualmente el de «ni consultas») y sirvió, pero no para retirar. La mujer detrás de nosotros intentó el otro y sirvió para consulta; luego se hizo la desentendida y no contenta con esencialmente haberse coleado -nada le costaba decir que ese servía y volver/continuar en su sitio, ¿no?- el esposo y el hijo llegaron a su lugar en la cola y al ella terminar, el esposo pasó a ese mismo cajero (coleándose también) mientras yo esperaba que mi papá terminara de usar el único cajero que supuestamente servía.

Cuando mi papá reclamó, el tipo meramente se limitó a decir «yo vengo con ella». Yo también dije (uniéndome al reclamo) «eso es viveza criolla, señor» y de ahí comenzó la defensa desvergonzada: «no es mi culpa que usted no quisiera pasar a revisar si servía, tenia que haber revisado primero». Yo ya estaba perdiendo la paciencia y los mandé a comerse un cerro (no les dije de qué), pero la mujer insistía. Cuando los reclamos subieron de tono y la señora comenzó a insultarme directamente, mi papá le decía que ya, que dejara el tema, pero tanto ella como el tipo me insultaban y me decían marico, bobo, que el país estaba como estaba y que Maduro era presidente por personas como yo (¡para colmo!) hasta que opté por ignorarlos y pasar al cajero que ya mi papá había desocupado para retirar mi dinero.

Nadie en la cola dijo nada. Nadie movió un dedo en defensa de nadie. Yo me tragué mi indignación, temblando de la arrechera durante todo el asunto. Me pregunto: ¿qué habría pasado si hubiese pasado a los golpes? ¿si uno de los dos hubiese estado armado? ¿qué clase de enseñanza le dieron esos padres a su niño: «debes ser vivo, debes pasarle por encima a los demás, tus derechos son los únicos que valen, el respeto sólo vale para ti»?

Este país se lo llevó quien lo trajo hace rato. Y aquí, sin más, sólo queda indignación. Lo peor, quizás, es que en la otra parte de la historia, seré yo el pendejo por reclamar un derecho, por haberlos insultado al pedirles respeto y peor aún, habrá quien les de la razón.

Los números de 2013

Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2013 de este blog.

Aquí hay un extracto:

La sala de conciertos de la Ópera de Sydney contiene 2.700 personas. Este blog ha sido visto cerca de 42.000 veces en 2013. Si fuera un concierto en el Sydney Opera House, se se necesitarían alrededor de 16 presentaciones con entradas agotadas para que todos lo vean.

Haz click para ver el reporte completo.

El poder de un tweet

Había tenido intenciones de escribir algo en el blog estos días (y sacarlo del estado de abandono en el que se encuentra) pero por lo pronto, leí esto y me pareció interesante, así que lo reblogueo.

El blog de Golcar

Divisas

Esta página la he abierto y la he vuelto a cerrar en blanco un montón de veces. Tengo días dándole la vuelta a la manera de entrompar la historia que voy a narrar. Una especie de duda deontológica me asalta cada vez que empiezo a escribirla y termino borrando todo y dejando la hoja en blanco.

El dilema que me asalta es si debo dar los detalles del banco, de la agencia y del gerente bancario con nombres y apellidos o si, por el contrario, debo contar los hechos sin especificar lugares o personajes.

Un mensaje que me envía una sobrina, despeja mis dudas. Luzmary se queja con ira de que un empleado del banco le rechazó su solicitud de Tarjeta de Crédito porque la nota al pie de página no estaba al margen izquierdo, sino más bien un poco centrada. Ese simple detalle hizo que mi sobrina tuviera que…

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Comparto algo (en inglés) acerca de la certera incertidumbre que vivimos en mi país. Muy bien escrito, a mi parecer. Créditos a la autora del post, Emiliana Duarte.

Caracas Chronicles

In Venezuela, during this strange inter-regnum between Chávez and what comes next, beef and cement have become privileges. But these days, the mother of all luxuries is certainty.

Just ask Andrea.

Andrea is finishing her undergrad at Universidad Católica Andrés Bello. She was supposed to turn in her thesis last week, but since classes were suspended for several days, her faculty advisor was forced to re-shuffle the time-table. Now she’s trying to reschedule the celebration trip she meant to take this week and had to cancel, but she can’t peel her eyes off María Gabriela Chávez’ twitter feed, because elections will happen in 24 days and she’s obsessed.

She’s constantly interrupted by calls from her mother, Gloria, who keeps badgering her about selling the dollars they’d saved up to buy a car, but Andrea wants to hold off because, with every passing day, you can get more and more

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Los números de 2011 para mi blog

Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un reporte para el año 2011 de este blog.

Aqui es un extracto

La sala de conciertos de la Ópera de Sydney contiene 2.700 personas. Este blog fue visto cerca de 27.000 veces en 2011. Si fuese un concierto en la Ópera, se necesitarían alrededor de 10 actuaciones agotadas para que toda esa gente lo viera.

Haz click para ver el reporte completo.

Más aprendizaje

Siendo alumno de Ingeniería de Sistemas, y básicamente algo geek también (o en consecuencia, no lo sé) siempre busco maneras y/u de aprender más.

Una de esas oportunidades (o mejor dicho, 3) se presentó ahora en la forma de clases online, dirigidas por la Universidad de Stanford (responsables también del proyecto Folding@Home, del cual ya escribí hace tiempo). Se trata de una iniciativa bastante atrevida, en las propias palabras de los profesores que las dictarán, de hacer cursos gratuitos a nivel mundial vía internet, donde cualquier interesado puede inscribirse y aprender. Los cursos introductorios disponibles son:

Inteligencia Artificial: Es la ciencia de hacer software de computadoras que razona acerca del mundo que lo rodea. Los robots humanoides, vehículos que se conducen solos, incluso programas que te sugieren la música que podrías querer escuchar son todos ejemplos de inteligencia artificial.

Aprendizaje de Máquinas: Parte también de la Inteligencia Artificial, el curso está basado en la ciencia de hacer que los computadores actúen sin ser programados de forma explícita (sin tener que decirles de antemano qué hacer y cómo hacerlo). Gracias a esto, hoy día podemos tener vehículos que se conducen a si mismos, reconocimiento práctico de voz, búsquedas efectivas en la web, y un entendimiento bastante amplio del genoma humano.

Bases de Datos: Las bases de datos son, bueno, la base sobre la cual muchas de las cosas que usamos diariamente se construyen. Prácticamente todo lo que usa cierto nivel de persistencia usa bases de datos. En mi campo de estudio, el curso (por tanto el conocimiento) sobre las bases de datos se cita frecuentemente como uno de los más importantes en la carrera o la industria tras graduarse.

Los cursos están diseñados todos para ser introductorios, es decir, no se necesitaría conocimiento previo para poder entenderlos. Se recomienda tener una buena conexión a internet ya que todas las clases serán dadas mediante videos, y a pesar de estar en inglés, los profesores están buscando maneras de transcribirlos a distintos idiomas para que puedan ser entendidos. De verdad, es una oportunidad genial. Ya me inscribí en el primero, y estoy esperando que abran las inscripciones para los otros dos. Stanford también dispone de otros cursos gratuitos disponibles. Por el momento, me inscribiré en los que nombré. Luego, mientras se vaya haciendo tiempo.

«Be the change you want to see in the world — Sé el cambio que quieres ver en el mundo.» –Mahatma Gandhi

Males que nos aquejan – Viveza Criolla

Definitivamente, lo que más me lleva a escribir es lo que ocurre en la vida diaria que, suele ser «normal» o que «siempre ha sido así», pero que a mi, francamente, me hace molestar… o en críollo, me «saca la piedra».

Una de dichas cosas es algo tan venezolano como la arepa* o la Vinotinto… La muy mentada «viveza críolla». (Al menos, eso parece para quien esto escribe. Una rápida búsqueda en Google me demuestra lo contrario, pero hablo de la de acá.)

*El origen es discutible, pero si bien otros países las hacen, ninguno lo ha hecho tan arraigado a su propia cultura como el nuestro. Hasta Record Guinness tenemos.</off-topic>

Todo venezolano que se precie de serlo crece con la fulana frase o actitud «metí’a en el cerebro» pero… ¿En qué consiste la susodicha «viveza críolla»?

Pongamos pues, para definirla, un breve ejemplo.

Usted se encuentra en la fila de entrada a un cine para ver una película. Dicho cine tiene una sola entrada -bastante angosta- para las 3 salas que contiene, y la venta de chucherías/refrescos/cotufas se encuentra justo antes de la entrada de las respectivas salas, entre la entrada principal y las salas. Suponga que usted tiene un boleto para la función de las 9 p.m. y llegó ‘algo’ tarde; la película que verá está recién estrenada y la fila es muy larga. Posiblemente no obtenga buenos puestos. Pero usted tiene una mente brillante, y elabora un plan. Le dice al encargado de la entrada que usted sólo quiere comprar un perro caliente, y se saldrá cuando lo obtenga. El encargado, confiado en sus buenas intenciones (o -y sonará sexista, pero bue- en buenas «otras cosas»…), la deja pasar, y usted compra su perro caliente, pero se dirige a la sala mucho antes que las personas que llevan horas en la fila.
Eso le procura buenos asientos, y usted quizás se felicite por su grandiosa idea. No obstante, usted la arruinará minutos después, y la sacarán de forma muy vergonzosa del establecimiento.

Eso, es un ejemplo de la vida real (escribí esto tras haber llegado de dicho cine) de lo que implica la viveza críolla.

Otro episodio, también del mismo cine y la misma función, es cuando, tras haber hecho una cola de cerca de 4 horas (a los venezolanos nos gustan las colas -interprétese eso como se desee-) aparecen detrás de ti otras personas que nunca habían estado hasta ese momento. Al ser cuestionadas, dichas personas admiten sin ninguna vergüenza «no, es que si uno no se colea no agarra buenos puestos. Si no lo hace es pendejo». Pero sí tienen que pasar por pendejos los que llegaron a tiempo, ¿verdad? «Ah, ese no es mi problema. Sí dejas que se te coleen eres pendejo».

Buen resumen de lo que implica entonces la viveza. Sí lo haces, eres lo máximo. Sí no, eres un imbécil.

Y lo absolutamente necesario, es que esto termine ya. Los defensores de dicha estrategia quizás usen como argumento de defensa «ah, pero a ti te gusta ser quedado… ¡Hay que ser vivo!»

No, uno no es «quedado» por gusto. Mi papá me enseñó que lo cortés no quita lo valiente, y ante todo, tus derechos terminan donde comienzan los mios. Yo creo en respetar por encima de cualquier cosa, y la viveza criolla lo que hace es, desgraciadamente, hacer caso omiso de dicho respeto. Es decir, hacer pendejos de todos los demás mientras tú te vanaglorias de tus brillantes acciones.

Obtener algún beneficio por amiguismos. «Yo tengo palanca en <…>». Hacer como sí fueses a seguir de largo pero colocarte de primero en el cruce en una intersección al último momento, haciendo doble fila. Aprovecharte de la ambulancia que hace uso de su prioridad en la via. Aprovecharte del hecho que conduces una ambulancia/patrulla policial/vehículo de emergencias en general.

Todos ellos ejemplos de viveza. Y eso que haces en tu beneficio es al detrimento de alguien más. Es la diferencia más grande entre ser vivo y simplemente ser.
«¡Pero si eso no le hace daño a nadie! Sí eres amargado.»

La persona que chocó contigo (o la que tú chocaste) porque te aprovechaste del «último» segundo de la luz amarilla del semáforo y perdió completamente su carro o salió herido/muerto opinaría distinto (si pudiese).
O el niño que se quedó sin ver su película porque hiciste un escándalo tan grande cuando te quitó «tu» puesto (el cual «ganaste» coleándote) que te sacaron del cine, pero a él también.

No todo es una queja, sin embargo. La idea es convertir esa viveza de un abuso a un uso, de simple vagabundería a productividad, que no se pierda el ingenio y se use para el bien de todos en vez de puramente el individual.

Y todo empieza por casa. Yo, por tanto, planeo seguir siendo un «pendejo» más. Pero orgulloso de hacer lo correcto.

Tú, que me lees, ¿qué opinas?

Momentos

A veces el pasado cercano, cual mi propia sombra, me persigue sin cesar…
Por mucho que trate de evitar pensar en ello, siempre hay algo que me lo recuerda. Un sueño. Un comentario. Un pensamiento con algo de nostalgia sumado inevitablemente…
Momentos que de una u otra forma, están quedando o ya quedaron atrás.
A veces la vida se siente como hacer malabarismos con espadas mientras caminas por una cuerda floja que lenta pero seguramente se va rompiendo cada vez un poco más. Eventualmente te cortas. Eventualmente tropiezas o pierdes el balance. Y no, por mucho que lo intentes, cruces al otro lado o no, no saldrás vivo de esta.
Y la realidad cae sobre mi como un balde de agua fria.

No todo es como se quiere.

Me veo extrañando el pasado. Extrañando momentos… Pensando que debí hacer cosas, decir otras, u omitir otras más… No lo sé.
Vuelvo mi mirada hacia el futuro. Me pregunto qué ha de pasar.
Pero me cuesta entender… Mi molestia es aún muy grande. Muy evidente, además. (No soy bueno para ocultarla. Tampoco quiero hacerlo.) Y no sé por qué. (¿O no quiero aceptarlo?)
Lo triste del asunto es saber que, aunque los demás puedan tener algo -sea casi nada, algo intermedio, o casi toda- de culpa… sigo siendo (¿el?) culpable.
Seria hipócrita decir lo contrario.
Pero, por una vez me habría gustado que fuese distinto. Así no tendría porqué tener ese resentimiento… El dolor que se siente al saber que, simple y llanamente… se han dado por vencidos.
Y si, soy egoísta al decirlo así. Pero no tengo otra manera de decirlo — no puedo leer mentes, por mucho que lo quiera.
Para mi, en éste momento, sólo quedan recuerdos…
Trataré de dormir… Aunque seguramente, mis pensamientos seguirán rondando en eso, una y otra vez…
No eran sólo momentos.

Video promocional del nuevo Intel Core i5 (2da gen.)

Intel se pasó con el video, y quería compartirlo por acá.

Claro, si tan sólo dejaran de cambiar de tipos de socket cada 5 segundos…¬¬ (desde hace medio año tengo un Core i7 Socket 1156 que ya es obsoleto gracias a este nuevo cambio).

En fin, el video: